lunes, noviembre 06, 2006

Sometimes I hate myself

A veces me detesto.
Bueno muchas veces me detesto; pero a veces me detesto en forma particular por ser tan débil, y por caer tan fácil ante la gente.
¿Ante la gente?
No. La verdad no es caer ante la gente. Sino mas bien caer ante la necesidad de ser querido por la gente, tomado en cuenta, ser importante para los demas o para alguien en particular, etc.

Quiza sea una estupidez; pero a veces pienso que cuando nos enamoramos no nos enamoramos porque alguien nos gusta sino que porque nos damos cuenta de que nosotros le gustamos a esa persona. Y es porque es ahí cuando nuestro ego revive... sólo cuando somos "algo" ante los ojos de "alguien".

Y sí. Basta una sola palabra o un acto adecuado (bueno, en realidad quizá más de una palabra y probablemente más que un solo acto, pero se entiende la idea ¿no?) en el momento preciso para que una persona te encuentre interesante y te empiece a mirar con otros ojos. Muchas veces es unicamente necesario mostrar interés por lo que la otra persona está diciendo, o por los intereses que ella tiene. En otras en cambio, y simplemente por casualidad, ambos se dan cuenta que piensan y sienten igual con respecto a lo que sea (da lo mismo el tema; la cosa es que el otro se siente identificado y menos solo cuando le dices por ej: "¿en serio? a mí me pasa lo mismo"; o por ej: "tenís razón, yo pienso igual que tú").
Y es en ese mágico y lindo momento (léase esto último con voz irónica) cuando empiezas a sentir que le caes bien a esa persona. Y pobre de tí amigo mío si es que la persona en cuestión es una mina (mina = mujer joven y generalmente bonita. hago la aclaración por si alguien de fuera de Chile está leyendo esto..... sí tú..... tú mismo amigo hispano-parlante.... tú que nos lees de..... bueno de donde nos leas), porque en ese caso es muy probable que empieces a pensar que le gustas como algo más que un simple amigo y que entre uds. dos hay onda. Las razones del porque de esto dan para otro escrito aparte; pero basicamente es porque el hombre a un nivel genético, por decirlo de algún modo, necesita y busca la aceptación de la mayor cantidad posible de mujeres.

Y la verdad es que puede llegar a ser verdaderamente nefasto sentir y pensar que eres interesante a los ojos de otra (u otro) y que probablemente le gustaste.
¿Que por qué? Porque asi como fácil viene, fácil se va. Sí señores. Por desgracia el interés que alguien sintió por tí en algún momento puede morir tan fácilmente como nació.
Puede resultar muy fácil y a veces hasta impensado el caerle bien a alguien -por el motivo que sea-, y que esa persona te lo demuestre de alguna manera elevando así tu amor propio y haciendote sentir que eres importante para alguien... y en algunos casos haciendote soñar con falsas ilusiones. Pero asi también puede ser muy fácil cagarla y lograr de una que esa persona empiece a perder el interés que tenía en tí. Tan fácil como decir algo que no debías (pero que obviamente no tenías idea que no debías decir); o hacer algo que a esa persona no le gustó, o que no le ha gustado desde siempre, etc., etc.
Y de a poco te empiezas a dar cuenta que ya no eres tan tan genial para ella (o él en el caso de las mujeres.... bueno en el caso de un homosexual también), y de que ahora te mira y te trata como a cualquier otro amigo(a) que conozca. O peor aún si es que ya has metido las patas demasiado diciendo o haciendo cosas que no debías, y la persona en cuestión comienza a evitarte o a acortar las conversaciones contigo (aunque para ser sinceros si ya llegaste a este punto y aún así no te diste cuenta es porque eres muy gil y además no tienes muy claro cómo tratar a la gente; por lo que por un rajazo muy grande alguien te encontró interesante en una primera instancia).

En fin... la sensación de estar perdiendo a alguien a quien creias agradarle no es para nada agradable.... y ante perder lo que algún día tuviste... es mejor no haber tenido nunca nada.

No hay comentarios.: