lunes, septiembre 17, 2012

La mujer víbora


Desde hace harto tiempo que vengo dándole vueltas al hecho que, las mujeres son como las víboras. Pero no me malinterprete. No me refiero con esto a que ellas sean unos seres rastreros, fríos, calculadores, y que piensen en atacarlo cuando usted menos se lo espere. Así que vaya sacándose esa expresión de Rage Guy de la cara.
Con lo que dije antes me refiero a que las mujeres se parecen más a seres ectotermos (como los reptiles y batracios) que a seres homeotermos (como los mamíferos), porque su temperatura varía directamente con la temperatura ambiental en que se encuentran y necesitan métodos externos para poder regularla.

Y para confirmarlo es cosa de verlas solamente.

Basta que empiece a hacer un poco de frío al comenzar el otoño y los días se nublen, para que de inmediato se enfunden a si mismas en un montón de ropa. ¿No me cree? Vamos viendo. Cuando comienza a hacer frío, ellas se ponen: ropa interior, panties (o medias de lana, o ambas), calcetas (sobre las panties), pantalones (gruesos), y botas. Y además, también se ponen: camiseta de panties, blusas o poleras, sweaters, chalecos (sobre el sweater que ya tienen), chaquetas y / o abrigos, bufanda, gorro de lana, y guantes. Un esquimal sentiría envidia ciertamente. Se lo aseguro.
Por otro lado, cuando los días se tornan más soleados en primavera y comienza levemente a hacer calor; ellas hacen todo lo contrario. Reducen el tamaño de la ropa que usan, y cambian el tipo de tela de éstas (ya no es algodón sino cualquier otra tela que no transpire). Se olvidan de las panties completamente. Usan – en su gran mayoría – vestidos, faldas, o mini faldas. Y si usan pantalones, éstos son anchos y delgados. Usan casi exclusivamente chalas, o cualquier tipo de calzado abierto. Las blusas y / o poleras serán siempre sin mangas, de manga corta, o strapless (para las más siúticas). Y los lentes para el sol no se los sacaran ni a la sombra.
Si no me cree; lo invito a realizar el siguiente experimento: Cuando salga a la calle fíjese en las féminas a su alrededor, y saque la cuenta de cuantas de ellas andan con chalas (si es verano) o andan con botas (si es invierno). El porcentaje nunca bajará de 95%. Se lo doy firmado.

¡Ah! Y otra cosa. Si es invierno y ellas se encuentran en un lugar cerrado (como una oficina por ejemplo), pondrán la calefacción al máximo. Por el contrario, si es verano, entonces pondrán el aire acondicionado a todo lo que éste de.

Y la verdad, yo me pregunto ¿para qué tanto? ¿Por qué no nos aprenden a nosotros los hombres? En invierno nos vestimos con una camisa y un sweater, Y SERÍA (no me voy a referir acá a los mamoncitos ni a las niñitas que usan calzoncillos largos y camisetas). Mientras que en verano andamos siempre con zapatos cerrados y camisas de manga larga. E incluso, y con 32º a la sombra, muchas veces andamos también con corbata.
¡Pero ojo! Que esto no es una cosa de moda o no moda. El mercado también nos ofrece gentilmente “chalas” en verano, para nosotros los caballeros; o botas durante el invierno. Sin embargo, nosotros siempre actuamos con el buen pobre, y usamos los mismos zapatos en invierno y en verano.

Por eso es que creo que los hombres se parecen más a los seres homeotermos que las mujeres. Si hace calor, nuestro organismo nos hace transpirar, para bajar nuestra temperatura corporal. En tanto que si hace frío nuestro organismo nos hace tiritar, para hacernos entrar en calor. A diferencia de una mujer que de inmediato se tiraría encima un oso polar para abrigarse actuando mucho más parecido a un organismo ectotermo. O sea, igualito que los sapos y las serpientes (¿Sabía usted que, las serpientes que viven en el desierto se entierran bajo la arena para mantenerse frescas y evitar que el calor las sofoque? ¿O que los sapos no son capaces de darse cuenta cuando están metidos en agua caliente hasta que ésta hierve y ellos explotan por el calor?).
Así que cuando las mujeres ya no sean capaces de cambiarse la piel con la misma facilidad con que lo hacen ahora, se van a cocinar solitas y sin darse cuenta.
Esop.