Mi vida siempre se ha movido por dos fuerzas: la curiosidad o el odio.
Hoy le toca el turno al odio.
Ayer se acabó algo que cambió mi vida. Algo que pensé nunca se acabaría, y una de las cosas más lindas que he tenido.
Ayer me di cuenta que nada es para siempre, y que todo empieza para acabar en algún momento.
Hoy vuelvo atrás... a esconderme al lugar de donde nunca debí salir.
(No sé qué es lo que duele más... que dejen de quererte o perder a la persona que más querías)
3 comentarios:
Cada principio es un final, y cada final el comienzo de algo distinto, nuevo... No te escondas, acepta los cambios, y resígnate a la perdida esperando los nuevos encuentros...
Besos suaves...
Gracias Akeru por tus palabras. =)
A pesar de la distancia, estas más cerca que muchos otros.
Creo que ambas duelen. Uno se acostumbra a la complicidad y a la entrega reciproca de cariño.
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